Seguramente al escuchar la palabra “programación” nos imaginamos al típico hombre que pasa las noches en vela desarrollando código, pero es interesante saber que las primeras programadoras fueron mujeres, y hubo un momento en el que la programación se estereotipó como una actividad femenina.
En los años 60’s el trabajo de las mujeres calculistas era muy apreciado porque se consideraba que en esa tarea el género femenino era más rápido y exacto. Sí, en el mundo occidental, la programación informática era considerada una opción profesional natural para las chicas. De hecho, la revista Cosmopolitan pidió a sus lectoras aficionadas a la moda que se plantearan la posibilidad de dedicarse profesionalmente a la programación, explicando que esa actividad ofrecía mejores oportunidades laborales para las mujeres que otras muchas profesiones. Así que no debe extrañarnos que precisamente fueran mujeres las que programaron la primera computadora electrónica y mejor aún, es que estas mujeres no contaron con libros o manuales acerca de cómo programar, ellas mismas desarrollaron sus programas a través de diagramas de flujo, creando su propia técnica de programación.
Una de las chicas sobresalientes en esa época es Grace Hooper, “Increíble Grace” para los amigos, ¿por qué le decían así? porque fue la primera programadora que utilizó el Mark I y participó en los comités de estandarización de los lenguajes de programación COBOL y FORTRAN.
Para los años 70’s el entorno estaba cambiando y comenzó a predominar el género masculino en este ramo de la ciencia; ahí fue cuando apareció Jude Milhon, pionera de las comunidades virtuales.
Saint Jude, como era conocida en el ciberespacio; mantenía una filosofía hacker desde una perspectiva de género; su frase era “Girls need modems” y decía “Deberíamos pensar en internet como una escuela a la que muchas chicas como nosotras nunca tuvieron la ocasión de asistir, utilizándola precisamente para superar el miedo de no ser lo bastante guapas, lo bastante cultas, lo bastante fuertes, lo bastantes bellas, lo bastante despiertas o lo que sea… puede que las mujeres no sean tan buenas en la batalla física, pero de lo que estoy segura es que son buenísimas tecleando como una ráfaga de metralleta”.
Hablando de fechas más recientes, nos viene a la mente la famosa hacker Barbara Thoens, egresada de una carrera de humanidades, ella menciona que ser hacker es ser curiosa, averiguar lo que hay detrás de algo, hacer las cosas por una misma, construir, crear y aprender. Bárbara se involucró con la informática cuando estaba por cumplir 30 años, alegando que “Una de las razones por las que la mujer no se involucra en las cuestiones técnicas es que el acceso a carreras o materias tecnológicas es por mucho más reciente que el de los hombres. Las cuestiones culturales o prejuicios acerca de no ser tan buenas en cuestiones técnicas del hardware, han limitado la incursión del género femenino al mundo de los hackers”
Interesante ¿no? Y eso que sólo mencioné a 3 chicas, ¡hay muchas más!. Si ya tenemos estos antecedentes no veo por qué aún hay mujeres que no se atreven a cursar una ingeniería o simplemente son amantes “de closet” de la tecnología.
Otro dato que no quiero dejar pasar es que este rol de las mujeres en el campo de las TIC’s no sólo nos beneficia a nosotras (con eso de la igualdad), este equilibrio de chicas y chicos es positivo para el crecimiento económico de las naciones; el Foro Económico Mundial sostiene que los países que reparten los recursos equitativamente entre hombres y mujeres, independientemente de su nivel de recursos, se desarrollan más que los países que no lo hacen.
Sí, por eso vemos que el gobierno y otras instituciones realizan eventos impulsando y apoyando a las mujeres que quieren emprender, es nuestro deber no dejarlos pasar; investigar, aprender e innovar; no hay excusas.
Espero que te haya gustado esta primera parte y ya te estés animando a comenzar algún producto digital. La próxima semana tendré el siguiente artículo que vendrá acompañado de entrevistas a chicas que están haciendo mucho ruido con sus proyectos.
Fuentes:
Las Mujeres En La Historia De La Programación- Tec de Teziutlán
