Este fue un fin de semana muy startupero, porque se realizaron eventos como el Sanitation Hackaton del Banco Mundial, el FayerWayer Media Lab y el segundo Hackatón Apptualízate de la Ciudad de México que inició desde el pasado viernes 30 de noviembre finalizando el domingo 2 de diciembre. Contó con la participación de aproximadamente 200 amantes de las tecnologías, la mayoría provenientes de carreras de ingeniería, speakers de la talla de Eric Litman y Paul Veradittakit, además de 5 empresas en necesidad de una aplicación móvil que les solucione un proceso de su negocio.
Apptualizate fue un evento con características muy motivantes, porque además de los elementos naturales de un hackatón que lo hacen atractivo, significó una nueva oportunidad para comenzar a capitalizar equipos de trabajo y futuras empresas pues el objetivo principal del evento es que los equipos que programen el mejor producto, entablen una negociación comercial con la empresa para la que trabajaron acordando precios de venta dentro del espectro actual del valor de las aplicaciones móviles.
En el CTIN participamos con dos equipos de desarrollo, resultando ganadores ambos con diferentes empresas. Nuestros amigos del equipo Noosbit -quienes próximamente se convertirán en una empresa- y nosotros los Foobars, que desarrollamos una aplicación para la empresa Modebo cuyo negocio es promover la eficiencia energética en varias de sus formas, diseño bioclimático y arquitectura pasiva.
Programamos una aplicación para iOS, usando Xcode y en lenguaje Objetive C, además de una plataforma web basada en HTML5, CSS3 y Javascript, ambos cumpliendo las necesidades de Modebo e implementando valores agregados como estrategia de competición con los demás equipos, sabiendo que no hay mercados totalmente abarcados y que se pueden encontrar nuevas oportunidades de revenue y generación de productos comerciales al analizar el comportamiento de los modelos actuales de interacción cliente-servicio y encontrando necesidades no satisfechas todavía.
Todo este ambiente emprendedor experimentado en los últimos días, las actividades que he realizado para adaptarme, la asignación de un valor monetario a algo que antes desarrollábamos como simple hobby o tarea me han hecho pensar en el valor de uso que tienen nuestros desarrollos para la sociedad, que de manera simple es difícil de percibir cuando gran parte del negocio consiste en ver cómo obtener remuneración por parte del usuario y que es muy grande la diferencia del valor económico que representan las horas de trabajo de un desarrollador tecnológico al de muchos otros oficios y profesiones, por no mencionar las diferencias horas de desgaste humano. Pero el carácter social de nuestro trabajo llega cuando contextualizamos que los países prósperos en nuestra era son aquellos que dominan los sectores de producción y servicios tecnológicos, área de gran oportunidad para México al estar compitiendo muy cerca y de manera creciente con países como China y la India, situación remarcable dada las dimensiones de población y tamaño de éstos.
Al visualizar el panorama del desarrollo de software pareciera que lo único que nos falta es mayor innovación, sin embargo, yo diría que, a veces, es sólo saber que estamos a un nivel comparable y posiblemente mejor que el de cualquier extranjero, ya que en éste entorno no hay limitantes de conocimiento para quienes tienen acceso a internet y un poco de tiempo para soñar y arriesgar.
Luis Alfredo Sánchez
Publicado en INGENET