Por Guadalupe Echevarria
La aparición de los primeros videojuegos en 1972 y, posteriormente, con el lanzamiento del primer sistema de videojuegos de Atari, con un gran éxito en EUA; provocaron preocupación en educadores, investigadores, psicólogos, padres y otros profesionales, respecto a la posible influencia y efectos en el desarrollo de niños y adolescentes.
Los efectos negativos van desde las tendencias a la obesidad por exceso de sedentarismo, aislamiento social, contenido no apto para las edades y una tendencia hacia la violencia; aunque para esta última aseveración no existen datos suficientes para la relación directa entre violencia y videojuegos
El lado positivo de la moneda, se dejó ver en 2010 y 2012 en la Universidad de Toronto y Utah, donde se analizaron los efectos de los juegos para mejorar el equilibrio y coordinación mano-ojo de víctimas de accidentes cerebrovasculares, Parkinson y niños con enfermedades crónicas, aunque en este caso hablamos de un juego especialmente desarrollado para sensores de movimiento como Kinect, PS Move y Wii Mote.
Por otro lado la Universidad de Rochester en Nueva York descubrió que los juegos de misión y de acción ayudan al jugador a tomar decisiones con más rapidez, desarrollando a largo plazo una mejor percepción de lo que ocurre a su alrededor, gracias a que el cerebro calcula con eficacia las posibilidades en una opción y evalúa cuál es el mejor camino a seguir.
Una buena parte de estos estudios realizados por las universidades y psicólogos coinciden en que el uso de los videojuegos puede tener efectos positivos en la adquisición de habilidades y destrezas.
Los juegos más sofisticados a los que ya estamos acostumbrados necesitan que desarrollemos un pensamiento estratégico, que asignemos recursos y roles de modo intencional y que planifiquemos constantemente.
Muy ligado con la anterior habilidad. Cada juego es un “rompecabezas”: hasta los juegos deportivos requieren resolver problemas (física, fuerza, velocidad, masa). Muchos juegos, como Minecraft o World of Warcraft, se construyen alrededor de modelos de resolución de problemas muy complejos. Practicar esta habilidad tiene una aplicación directa a las necesidades reales
Lo cierto es que el uso excesivo de los videojuegos presentan diversas consecuencias negativas, que van desde alteraciones en el sueño, hasta trastornos y lesiones físicas, de acuerdo con Ignacio Devesa Gutiérrez, especialista de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación del Instituto Mexicano del Seguro Social, por lo que se recomienda establecer tiempos limites dedicados a los videojuegos de una a dos horas al día como máximo.