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La falta de decisión puede matar a una startup

Cuando le preguntas a un emprendedor exitoso cómo lo logró, estás casi garantizado a escucharles decir que la ‘suerte’ era un factor principal. ¿Por qué? Porque las mayores decisiones en las startups son ‘vida o muerte’ y para poder ser exitoso tienes que elegir la opción correcta en muchas de estas decisiones. En este contexto, la supervivencia y el éxito parece suerte. Pero no lo es.

Con las startups, el ser rápido es de hecho mejor que acertar. Un fundador necesita hacer cientos de decisiones críticas y cualquier indecisión puede hacer que el proceso entero se pare. Las dudas, analizar demasiado algo o ‘esperar a ver lo que pasa’ son todas formas de indecisión: cuando eres indeciso permites al mundo entero decidir por ti. La indecisión deja que el resultado sea al azar y tus posibilidades como startup ya son malos de todos modos.

Tomar decisiones que sean a la vez rápidas y correctas no es algo sencillo, es una habilidad que se desarrollará con el tiempo, pero aquí está una estructura de toma de decisiones que yo uso para tomar decisiones rápidamente. La indecisión es la muerte para una startup: ésta es la manera de evitarlo.

1. Redúcelo a una decisión binaria

Lo primero que debes hacer es reducir tu decisión a una operación binaria. Por ejemplo, si tu desarrollo es lento, hay muchas cosas que puedes hacer. Puede parecer que hay cientos de opciones posibles. Simplifícalo. Puedes elegir (1) reemplazar o (2) arreglar tu organización de desarrollo. Desear que el problema se vaya no es una decisión. Cualquier problema complejo, decisión u oportunidad puede reducirse a una operación binaria. Inténtalo con una decisión compleja a la que te estás enfrentando ahora mismo…

2. Toma la decisión rápidamente

Ahora elige: juega a cara o cruz, tira un dardo, elige una carta, escoge una pajita. Cualquier cosa. Elige. Si tienes suerte, cuando escojas uno sentirás un suspiro de alivio que indica que has elegido el que tu corazón quiere. Desgraciadamente, en muchos casos, las dos opciones son pésimas y tu corazón resistirá a los dos. Pensando de forma positiva, con las decisiones de vida o muerte, aún tienes unas posibilidades de 50/50 de acertar.

Ante todo, no dudes. Hace no mucho tiempo estaba gestionando una empresa que crecía rápidamente y adquirimos una subsidiaria extranjera que de encargó del desarrollo tecnológico. Cuando los lanzamientos de productos comenzaron a ralentizarse de forma dramática, tuve que tomar una simple decisión: (1) reemplazarles o (2) Arreglarles. En lugar de eso, fui poco decisivo y esperé a ver lo que ocurría. Terminé forzado a vender mi negocio por menos de lo que yo pensaba que costaba. Mientras tanto, competidores mejor organizados lanzaron negocios multimillonarios. Yo dudé y me costó caro. Te costará a ti también.

3. Ejecuta y observa

Ahora ejecuta tu decisión. Inmediatamente: sólo hazlo. Sabrás rápidamente si es la decisión equivocada. De hecho, ten tus sensores en alerta máxima para buscar las pistas de si habías acertado o no. Muchas decisiones son tan difíciles que podrían sentirse como algo equivocado, pero busca las pistas empíricas para poder medir el éxito de tu decisión. Quizás quieras intentar realzar algunos condicionales por adelantado, algo que explicaremos a continuación.

4. Ajusta si es necesario

En el momento que haya pruebas claras que te has equivocado, sea una contratación o un lanzamiento de producto pésimo, déjalo todo y arréglalo. En al menos la mitad de los casos, podrás recuperarte. Por tanto, si tomas la decisión de vida o muerte de forma rápida, tus estadísticas de supervivencia son superiores al 75%, por lo que decide.

5. Para las decisiones más difíciles, introduce condicionales

Algunas decisiones son verdaderamente brutales, como la necesidad de reducción de plantilla, reducción de salario o vender tu casa. Esta es la vida de un fundador. Cuando las cosas se ponen muy difíciles, yo personalmente uso condicionales para ayudar con el proceso de toma de decisiones. Los condicionales son simples comentarios de si/entonces que ayudan a quitar el peso de las decisiones más difíciles. Aquí hay un ejemplo:

En los 90 yo estaba gestionando una empresa de crecimiento rápido que tenía problemas de liquidez. Un cliente grande nos debía casi un millón de dólares y teníamos un par de semanas de salarios en el banco. Mi decisión binaria fue de (1) reducir el número de empleados y sobrevivir hasta que nos pagasen o (2) conseguir nuevos negocios para cubrir el periodo hasta que pudiésemos cobrar. Aquí introduje un condicional: Si no conseguía dos meses de liquidez de nuevos negocios en dos semanas, recortaría el personal.

Si yo fracasase en mi intento de conseguir nuevo negocio, tendría que hacer un mayor recorte que el que habría hecho en el primer momento. Sin embargo, la identificación de un factor condicional para la decisión difícil actuó como motivador y también como agente calmante. Tenía un objetivo por el que luchar y al que logramos llegar. La empresa se vendió por aproximadamente 100 mil millones de dólares.

Aquí lo tienes, una simple estructura de toma de decisiones para startups: (1) Redúcelo a una operación binaria. (2) Toma la decisión rápidamente. (3) Observa el resultado. (4) Ajusta si es necesario. E introduce un condicional para las decisiones más difíciles. Nunca dudes.

Fuente: Tic Beat

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