Por Edgar Cajero
Fotografía Eduardo Pino
Cuenta el Popol Vuh sobre un lugar de tinieblas, ríos, muerte y enfermedad. Este mundo subterráneo dominado por Hun-Camé (uno muerte) y Vucub-Camé (siete muerte) tiene el nombre Xibalba y es donde los cenotes entran a esta región del universo Maya.
Rodeados de una misteriosa belleza, los cenotes han sido considerados sagrados por los mayas. Los arqueólogos subacuáticos como Guillermo de Anda, también presente en Aldea Digital 2015, han realizado descubrimientos por más de 30 años.
En un principio se tenía pensado que no existían más de trescientos cenotes, pero gracias a estas investigaciones se tienen registrados más de 2,500 hasta la fecha. ¡Imagínense todo el subterráneo de la península de Yucatán como un queso grouyer lleno de agua dulce y grandes misterios!
Los métodos de su exploración han ido evolucionando a lo largo de los años, intentando llegar a ser lo menos invasivos posible. Dentro de esta red subterránea de más de 1,390 km, Guillermo de Anda y su equipo han encontrado ofrendas, entierros dentro de nichos, sacrificios que ponen en duda el colectivo imaginario de que eran hermosas vírgenes las que eran sacrificadas y hasta estructuras arquitectónicas.
Un notable descubrimiento fue una entrada al cenote Holtun en Chichén Itzá, la cual fue esculpida por los mismos mayas y que tiene una relación directa con el paso cenital del sol que sucede solamente dos días al año, sirviendo así como una bóveda astronómica.
Y…¿cómo han llegado todos estos vestigios al interior de los cenotes? Son varios metros de profundidad, bóvedas y túneles repletos de agua dulce. Posiblemente tras las sequías que sufrió la zona durante varios años, los niveles de agua disminuyeran. Aun con esta disminución, tendrían el problema de la oscuridad y el agua restante.
Han existido varias expediciones de investigación a estos sitios, donde la tecnología de cada época fue dañando en cierta medida los restos encontrados, así como el relieve de los cenotes. Es por eso que el arqueólogo Guillermo de Anda habla acerca de preservar y conservar intactos todos estos tesoros del pasado, para poder así preservarlos como parte de nuestro legado prehispánico.
Actualmente y tras la crisis que se prevé sobre el agua, esta zona es una reserva de agua dulce, pero que ha sido contaminada por asentamientos humanos. Se necesitan más expediciones de este tipo para poder llegar revelar todos los misterios que el inframundo Maya guarda para la humanidad.
Como parte de su labor de investigación y preservación de vestigios arqueológicos, De Anda resaltó la importancia de desarrollar tecnologías no intrusivas que ayuden a conocer más información sobre estos tesoros mayas sin deteriorarlos. Mencionó que con ayuda del equipo de National Geographic, han desarrollado equipo de exploración especializado que les ha permitido realizar escaneos 3D del interior de los cenotes. Con estos escaneos, ha sido posible mapear y modelar los cenotes digitalmente, lo cual permite una manilación virtual para hacer investigaciones más precisas.
Asimismo habló de la creación del proyecto “Reto Holotún”, un videojuego que permite vivir una experiencia virtual de exploración arqueológica subacuática con el objetivo de concientizar a las nuevas generaciones sobre la importancia de conocer y preservar nuestro pasado.
Finalmente, destacó que hay un gran campo de oportunidad para que los jóvenes desarrollen tecnologías de Inteligencia Artificial, Realidad Aumentada, escaneos 3D, internet de las cosas y wearables, que ayuden a la investigación arqueológica.
