Por Alexandra Serrano.
“¿Es tu rostro como el de tu madre, mi bella hija,
¡Ada! Hija única de mi casa y mi corazón?
Cuanto te vi por última vez, sonreían tus jóvenes ojos azules,
y luego nos separamos, no como ahora sino con esperanza (…)”
Éste es el es el poema que dedica Lord Byron a su hija Ada, la primer programadora de la historia.
La “maquina análitica” inventada por Charles Babbage capaz de realizar cálculos y ejecutar órdenes guardadas, era en esencia, una computadora. Cuando Ada conoció la máquina se dio cuenta de que había posibilidades de darle órdenes, de programarla.
Además de traducir del francés al inglés el artículo de Babbage, Ada hizo sus propias anotaciones y triplicó la extensión del artículo original. En su texto predijo algunas funcionalidades de la una computadora, entre ellas, la posibilidad de hacer música y gráficos a partir de las órdenes que se le otorgaran.
Para evitar los prejuicios de género, Ada publicó su trabajo firmando con sus iniciales AAL.
A pesar de que la máquina análitica no llegó a construirse, Ada escribió diversas instrucciones para la máquina que alcanzan la categoría de programas y que le dan a esta mujer el título de la primer programadora.
El legado de Ada fue reconocido por el departamento de defensa de los Estados Unidos, creado en 1979 crearon un lenguaje de programación al que llamaron ADA, con el cual redujeron errores al programar para brindar mayor seguridad en entornos militares.