Por Alexandra Serrano
El 25 de octubre de 1993 Jerry Hall y Robert Stillman, investigadores de la Universidad George Washington consiguieron clonar genes humanos, al realizar experimentos de escisión gemelar de embriones, es decir, crearon gemelos idénticos de forma artificial usando la clonación.
El proceso de clonación se refiere a replicar el contenido genético de un ser vivo con la finalidad de hacer una copia idéntica y, a diferencia de la fecundación natural, se da un proceso conservativo en el que los genes se replican de forma idéntica al único progenitor y no la mitad de cada progenitor.
Las repercusiones del avance en esta técnica son de enormes proporciones. Una vez que los científicos dominen la técnica de la clonación, también serán capaces de hacer alteraciones y modificaciones nuestra propia especie, lo que abre diversos debates bioéticos sobre la responsabilidad del ser humano. Algunos de los debates más interesantes en torno a la clonación son: