Por Janett Castillo Valadez
Dentro del itinerario de actividades del Social Media Week, llevado a cabo esta semana por primera vez en México, se brindó un espacio para hablar acerca de los pros y contras de emprender un negocio en nuestro país.
En el foro resaltó la presencia de empresarios mexicanos como Federico Casas, CEO de Intangible, y Gabriel Charles, Managing Director de Wayra. Ambos se especializan en emprender e invertir en startups digitales, con la finalidad de acelerar el progreso de proyectos que podrían tardar años en consolidarse como un modelo de negocio viable.
Entre los asistentes surgieron inquietudes que muchos han experimentado al imaginar un negocio rentable. Cuestiones como pago de impuestos, trámites de registros, marketing, entre otras, fueron algunos de los puntos que se abordaron en la conferencia.
Federico Casas mencionó que, en comparación con otros lugares, México no se perfila como un país de impuestos elevados, sino de trámites engorrosos que sólo una minoría especializada en el tema puede solucionar, tal como los contadores. Esto se convierte en un servicio profesional que debe ser pagado por las mismas utilidades que genera la empresa en desarrollo, es decir, del fondo de donde sale el pago de impuestos. Por tanto, si el negocio no cuenta con suficientes recursos para pagarlo, no es negocio.
Otro de los puntos importantes para el desarrollo de startups, es el número de clientes potenciales a quienes se les cobra por medio de tarjetas de crédito o débito. Sin embargo, sólo el 0.13% de la población las utiliza. Al respecto, los ponentes comentaron: “México es un país que no consume de forma digital debido a la desconfianza que genera. Nos toca implementar nuestro propio consumo para romper con este tabú que impide el desarrollo total de la economía digital”.
Es evidente, existe un vacío en el sistema de negocios que no se aprovecha al cien. La falta de creatividad impide que una idea resulte atractiva para el mercado, al tiempo que detiene su aumento de ventas. Lo interesante aquí, es plantear nuevos caminos para la difusión del producto, así como encontrar el déficit que ofrecen algunos servicios para que generen una solución comerciable.
Conocer los puntos de vista de empresarios acerca de la construcción de proyectos innovadores para el mercado mexicano, sirve como base para el desarrollo de nuevos modelos de negocio útiles para la sociedad emprendedora en México.
